Las restricciones a la exportación afectan la ecuación final, pero a fuerza de recrías a campo y eficiencia productiva, los productores siguen confiando en el horizonte.
Entrando al tramo final de un año movido, es buen momento para observar cómo quedó parada la ganadería tras tanto toqueteo político y cuales son las tendencias de cara al futuro cercano.
El primer dato concreto que cabe rescatar es que según reveló el Senasa hace un par de semanas, en otoño se vacunaron 52.352.141 bovinos en todo el país, 630.000 animales menos que en la primera campaña de 2020, con una caída de 338.000 vacas y 335.000 terneros. Pero según explica el analista Victor Tonelli, hay mucho más ternero, vaquillona y más hacienda de lo que estaba previsto a finales de 2020, cuando seguramente había habido datos incompletos por causa de las restricciones que imponía la pandemia.
En efecto, a fin del año pasado el Ministerio de Agricultura de la Nación pronosticaba una caída de 930.000 cabezas en las existencias ganaderas.
Otro dato que Tonelli rescata es que se está faenando menos que lo que el Gobierno anunció hace un mes, “probablemente 450.000 cabezas menos que van a estar en stock a fin de año”.
Pero más allá de los números fríos que no revelan demasiados cambios, vale la pena acercarse a cada eslabón productivo.
Por el lado de la cría, si bien el grueso de la zafra ya se vendió y el bajo volumen de ventas actual no es consistente para arrojar promedios significativos, los precios continúan en valores elevados en términos históricos. José Lizzi, líder del área de Ganadería de CREA, explica que esto se debe al comportamiento estacional propio del negocio sumado a una demanda sostenida por parte de los engordadores y a una producción de terneros que cayó por segundo año consecutivo.
La mala, para los criadores, es que durante varios meses no pudieron hacer diferencia con las vacas de descarte. “Respecto a los sistemas en donde la vaca vacía o CUT (Cría Ultimo Ternero) no se puede engordar en el campo y se vendía con destino a China, el impacto de las restricciones a las exportaciones es muy importante. Es clave recordar que la mitad de las ventas en peso vivo de los sistemas de cría están explicados por venta de vaca descarte”, remarca Lizzi.
Fuente: Lucas Villamil - Clarin.com