Estados Unidos: llegó la era de los robots
Tyson Foods tuvo más de 16.000 trabajadores afectados por la pandemia del coronavirus de los cuales 86 de esos operarios han muerto.
Tyson Foods, la mayor compañía productora de carnes de EE.UU, ha comenzado el proceso de equipamiento robótico en sus 19 plantas frigoríficas destinadas al faenamiento de 40 millones de aves que procesa cada semana.
La empresa norteamericana tuvo más de 16.000 trabajadores afectados por la pandemia del coronavirus en los meses de abril y mayo de este año, que se desempeñan en 30 frigoríficos de 23 estados (86 de esos operarios han muerto).
La situación de Tyson Foods adquirió características de crisis de extrema gravedad, que hizo que el gobierno de Donald Trump colocara a sus plantas bajo el régimen de seguridad nacional, debido a que el cierre forzoso a que obligó la pandemia afectaba la seguridad alimentaria estadounidense, en el momento más álgido de la crisis, que ocurrió en el 2do. trimestre del año.
En ese momento, la economía de EE.UU, la mayor del mundo (U$S 21.9 billones / 25% del PBI global) se hundió -10.2% t/t, que en términos anualizados implicó una caída de 32.2%, el derrumbe más significativo de la historia norteamericana desde la década del 30’.
El “centro para el Control y la Prevención de Enfermedades” (CDC) con sede en Washington, señaló que las plantas frigoríficas de EE.UU tenían una alta concentración de personal, en unidades que abarcaban hasta 1.000/5.000 trabajadores, lo que las hacía un blanco fácilmente penetrable por el coronavirus. De ahí la alternativa de la robotización. En EE.UU hay 3.500 frigoríficos con 525.000 trabajadores.
Hay que agregar que el costo de los robots se ha desplomado con una caída promedio de 11% anual en la última década. Al mismo tiempo, la revolución tecnológica en la industria robótica ha adquirido un carácter vertiginoso, reduciendo su tamaño hasta incluso los niveles de la nanotecnología, y multiplicando su flexibilidad, así como adquiriendo precisión quirúrgica en sus unidades productivas. La tendencia es hacia una robotización microscópica.
Lo que ocurrió en ese momento fue que las plantas de Tyson Foods resultaron intervenidas por el Gobierno Federal, en un ejercicio extraordinario de poder en situaciones de crisis, guiado exclusivamente por el principio de la necesidad. Esto es lo que hace EE.UU ante las grandes emergencias nacionales, y lo hizo en gran escala en la 2da. Guerra Mundial.
La repuesta de Tyson Foods a la crisis del Covid-19 ha sido la propia de la cultura capitalista estadounidense, volcada a la innovación, en una perspectiva completamente centrada en el futuro. El excepcionalismo norteamericano presume que el futuro le pertenece.
De ahí que Tyson Foods haya comenzado por reemplazar a los trabajadores – matarifes que se desempeñan en su planta por robots especializados en el corte y deshuesado de sus carnes aviarias, en un proceso que puede concluir en un periodo de 3 a 5 años para eso ha creado un pool de investigadores, científicos, e ingenieros, con la ayuda de diseñadores provenientes de la industria automotriz, con el objetivo de desarrollar un sistema automatizado de deshuesado y corte, que funcione en forma constante y prácticamente instantánea.
Esta decisión de cambiar la forma de producción es financiada con capitales tomados en el sistema financiero trasnacional con eje en Wall Street. Ante todo ha colocado un título por U$S 1.000 millones, y se apresta a lanzar otro por una suma equivalente antes de fin de año. Este proceso de automatización es parte de una puesta a duplicar su producción en los próximos 3 años.
La fuerza de trabajo de Tyson Foods que queda en pie, una vez completado este formidable proceso de innovación tecnológica es menos de 10% de los actuales planteles, pero sus ingresos serán 4/5 veces superiores. Esto exige un nivel de calificación terciario o universitario.
Lo que sucede con Tyson Foods tras el impacto del coronavirus es una tendencia generalizada de la economía norteamericana. Por eso Oxford Economic prevé que más de 20 millones de empleos manufactureros serán reemplazados por robots en el mundo en 2030; y que 8.5 millones de ellos corresponderán a la industria estadounidense.
Ahora llego el turno de los frigoríficos y los matarifes, en un siglo XXI que no tiene vuelta atrás. Lo que sucede en EE.UU adelanta el futuro de la industria frigorífica mundial, y esto afecta a todos los grandes productores de carne del mundo y en primer lugar a la Argentina.
Fuente: Jorge Castro - Clarin.com