Durante la cobertura periodística por las inundaciones en Bahía Blanca (en la costa sur de la provincia de Buenos Aires), un periodista de TN que recorría las calles inundadas registrando las imágenes de una ciudad devastada. En un momento vio a una persona con una transportadora de animales de compañía. Era un médico veterinario (luego se supo que era el Dr. Adrián Coccia) que en medio del caos había ido a buscar a dos pacientes que estaban internados en su clínica veterinaria.
La imagen del profesional siendo reporteado y llorando por la situación se hizo viral en las redes sociales. “El local quedó destruido, pero comparado con lo que vi no es nada”, señaló al periodista de TN y sus lágrimas de tristeza y su gesto conmovieron a los televidentes.
Adrián Coccia es un joven médico veterinario que lleva más de una década atendiendo animales en el barrio Macrocentro. Trabaja en la clínica veterinaria "Unisan", la Unidad de Sanidad Animal ubicada en la calle Belgrano 536 de la ciudad de Bahía Blanca.
“Perdimos todo. Por suerte en mi casa no pasó nada, pero la veterinaria está destrozada. Me parte el corazón porque es el trabajo de muchos años”, le dijo al cronista de TN, con la voz entrecortada.
Cuando Adrián se despertó el 7 de marzo temprano por la mañana vio que en su celular tenía mensajes de una de las veterinarias que estaba de guardia en "Unisan". Esos mensajes decían que había entrado agua a la clínica.
En Unisan, que tiene servicio de internación nocturna para los animales, el agua seguía subiendo y la mayor preocupación de Adrián era que pudieran estar en riesgo sus colegas y los pacientes que habían quedado internados.
Cuando por fin pudo acercarse hasta la clínica, luego de caminar como una hora con el agua hasta la cintura, Adrián vio con sus propios ojos la dimensión del desastre.
Ya en la clínica veterinaria se encontró con sus cuatro pacientes que seguían internados. Revisó las fichas médicas, evaluó riesgos y decidió llevarse a su casa a dos de ellos: un gato y un perro. Durante ese trayecto fue cuando se cruzó con el móvil de TN.
Lamentablemente, como consecuencia del cuadro muy complicado, el perro falleció. El gato en cambio pudo sobrevivir y los otros dos perros, que habían quedado en la clínica se fueron al día siguiente en perfecto estado.
La clínica veterinaria quedó arrasada. Las pérdidas materiales son muy grandes, pero seguramente con su profesionalismo y con el apoyo de sus colegas, amigos y la comunidad logrará recuperarse.
Esta es solo una de las muchas situaciones que tiene como protagonista a un profesional veterinario. Son muchos los héroes que como el Dr. Adrián Coccia se dedican con pasión a su profesión y a salvar la vida de sus pacientes.
Fuente: VetMarketPortal.com.ar
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