Alerta por rabia: 9 personas recibieron tratamiento y la vacunación de mascotas sigue en baja
- Detalles
- Categoría: Interés general
- Publicado: Martes, 13 Julio 2021 11:41
Son casos que tuvieron contacto con murciélagos infectados con el virus, en provincia de Buenos Aires. El 13 de mayo murió una mujer en Coronel Suárez.
"Cuando llegué a casa, vi que tenían algo en la boca. Como las cachorras siempre están mordiendo algo peligroso, traté de sacárselos. Ahí me quedé con el murciélago en la mano".
Si no fuese por el final de la historia, el relato parecería mundano. En la zona oeste del Conurbano bonaerense –al igual que en zona norte–, los murciélagos no son una rareza en contacto con mascotas.
Pero Alejandra Rolón (54), una jefa de ecografistas de una clínica de Ramos Mejía, tuvo la sensación de que ahí, en pedazos, sobre la cama, había "algo que podía estar muy mal". Y no se equivocó.
Metió en un frasco refrigerado el resto del murciélago que las perras no se habían comido y lo llevó a analizar. Quince días después, llegó el resultado: positivo de rabia.
Cuando se escucha "rabia", lo más probable es que se piense "está erradicada" o, en menor medida, que se recuerde la noticia de la muerte por rabia humana, este año, en Coronel Suárez, de una mujer que había sido mordida por un gato callejero. Fue el primer caso fatal después de 13 años en la Provincia. Pero la rabia está más entre nosotros de lo que se cree.
Así lo dicen en las veterinarias, para que "no se menosprecien" las muertes sospechosas de mascotas con síntomas neurológicos a cualquier edad. Ni las mordeduras de animales ajenos. Y, por sobre todo, frente a la baja en la vacunación de perros y gatos.
Hay un alerta epidemiológica en Provincia por el aumento de casos de rabia en murciélagos. Al cierre de esta nota, ya se identificaron 38 murciélagos positivos y Felipe, un labrador de tres meses y medio, en el Delta de San Fernando, que falleció el 11 de junio. En total, 9 personas tuvieron que recibir tratamiento antirrábico. La rabia tiene una letalidad del 100%.
Hay que recordar que no todos los murciélagos tienen rabia y que, a la vez, no todos llevan a analizar un murciélago. Por eso el llamado de alerta sobre la vacunación, desde los 3 meses de vida y con refuerzos anuales. Para prevenir.
Los murciélagos son la principal fuente de transmisión a otros animales y a las personas, mediante contacto con su saliva por mordedura, aunque también existe la posibilidad de que haya un pasaje viral de estos reservorios naturales a otras especies no vacunadas, lo que se denomina fenómeno de spillover.
Volviendo a la historia de los cachorros, la "mezcla" de weimaraner, de 2 años, había recibido la vacuna justo un año antes. La galgo, otra rescatada, también. Antes de saber del positivo, Alejandra las llevó al veterinario y las vacunó de nuevo. Pero eso no era suficiente.
La escena del murciélago fue el 18 de octubre de 2020 y el tratamiento antirrábico de Alejandra y sus mascotas terminó a fines de abril.
"Como yo tuve el murciélago en la mano, tuve que hacer todo el plan de vacunación como si me hubiera mordido un perro rabioso. Durante dos meses nos tuvimos que vacunar todas las semanas. Ellas y yo. Desde entonces, y durante seis meses más, control todas las semanas en el antirrábico Villegas", cuenta a Clarín.
Por esto, ella no pudo ser voluntaria de la vacuna de Johnson & Johnson contra el coronavirus, que en el centro de diagnóstico DIM, donde trabaja, estaban probando. Tuvo que esperar hasta marzo para esa inyección. Era necesario terminar por toparse con el murciélago.
"Yo pensé que la rabia estaba completamente erradicada. Pero no. Me dijeron que había muchos casos de murciélagos positivos. La gente piensa que es un chiste, y es mortal. Las mascotas siempre tienen que estar vacunadas", agrega, como mensaje a la sociedad.
Por ese frasco con medio murciélago, Alejandra logró que se frenen más contagios. El equipo de veterinarios que contactó se acercó a vacunar a todos los perros y gatos de su cuadra. Por las dudas.
Murciélagos positivos
Gustavo Martínez, jefe de Zoonosis Urbanas de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, dio detalles de esos casos a Clarín.
"Los contactos de murciélagos siempre son pocos y, generalmente, hay alguna mascota involucrada o esporádicamente una persona. Cuando surgen, es el protocolo de exclusión lo que se hace: relocalizar la colonia de murciélagos en otro lado, si es que está en la casa", dice Martínez.
En el último "Informe sobre Situación del Programa Provincial de Control de la Rabia en Pandemia de Covid 19", figura que la rabia en la provincia de Buenos Aires es endémica de sus variantes 4, 6, Myotis y Eptesicus, que todas tienen como reservorio natural a los murciélagos insectívoros.
De hecho, Felipe, el labrador de zona norte que murió por rabia el 11 de junio, por una variante (sin numerar) de murciélago insectívoro cuyo reservorio pertenece a la especie Eptesicus. Quienes vivían con él en la casa, y Moira López, la veterinaria que lo atendió, iniciaron el tratamiento antirrábico.
Cabe aclarar que según estadísticas del Laboratorio de Zoonosis Urbanas, aproximadamente un 6 % de los quirópteros (murciélagos) muestreados son positivos. Los últimos casos de spillover detectados en la PBA fueron: 1 felino en Chascomús (2002), 1 felino en Lomas de Zamora (2008), 1 felino en Punta Indio (2009), 1 canino en Villarino (2012), 1 felino en La Matanza (2014), 1 felino en Valeria del Mar (2017) y 1 felino en Balcarce (2020).
En 2018 se detectaron y controlaron 132 focos de rabia aérea, descendiendo a 89 focos en el 2019, 66 focos en el 2020 y, hasta junio de este año, ya hay 38 focos. Y se estima que el número a final de año será mayor a 2020.
"La cobertura vacunal antirrábica alcanzada, con recursos públicos y a nivel provincial, se venía manteniendo en promedio y hasta el año 2019 entre un 14,5 a 15 %, hasta que se sufrió una caída hasta el 6,10 % en el 2020 debido a las restricciones de circulación y aislamiento social estricto por la situación de emergencia sanitaria producida por la pandemia", cierra Martínez. No hay estadísticas sobre esta mitad de año pero los profesionales coinciden en que sigue en baja.
En el diagnóstico presuntivo, las y los veterinarios ya tienen en cuenta esta enfermedad para no exponerse. Y en el sector hasta se habla de la necesidad de vacunarse preventivamente ante este riesgo profesional.
Fuente: Emilia Vexler - Clarin.com