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Publicado: Lunes, 14 Diciembre 2020 12:29
A medida que Singapur se convierte en el primer país en permitir la venta de carne cultivada, más emprendimientos de todo el mundo se están preparando para probar la producción de carnes de laboratiorio similares a la carne de res y el pollo en las fábricas.
La carne libre de sacrificio finalmente está comenzando a dar el salto del laboratorio a la línea de fabricación.
A medida que Singapur se convierte en el primer país en permitir la venta de carne cultivada, más emprendimientos de todo el mundo se están preparando para probar la producción de carnes de laboratiorio similares a la carne de res y el pollo en las fábricas. Si bien hay un largo camino por recorrer, es un paso crucial para preparar los productos basados en células para los estantes de los supermercados.
Mosa Meat BV, iniciada por el pionero de la carne cultivada Mark Post, se encuentra entre al menos ocho compañías que construyen u operan sitios piloto. La compañía holandesa, que fabricó la primera hamburguesa de carne cultivada del mundo, ha recaudado fondos para esos esfuerzos y planea mejorar la producción a pequeña escala en el primer semestre del próximo año, antes de mudarse a un sitio industrial completo a fines de 2022.
“Ya demostramos en 2013 que podemos hacer una hamburguesa”, dijo el director ejecutivo de Mosa, Maarten Bosch, en una entrevista. “Ahora se trata de ampliar y obtener el costo donde debería estar. De eso se trata exactamente esta fase”.
Los emprendimientos de carne de laboratorio han crecido de unos cuantos en 2016 a al menos 60 ahora, según la consultora Lux Research Inc. El sector quiere hacer que la producción sea más humana y ambientalmente sostenible y ha atraído fondos de capital de riesgo récord este año. La semana pasada, Singapur aprobó a Eat Just Inc. para vender pollo cultivado, en un momento en que el interés en proteínas alternativas está creciendo.
Todavía hay muchos desafíos, desde reducir los altos costos y hacer factible la producción a gran escala hasta obtener la aprobación regulatoria. Dado que la carne cultivada cuesta entre US$400 y US$2.000 por kilogramo, aún queda mucho camino hasta que los precios compitan con las carnes convencionales, según Lux.
“Es probable que las economías de escala ayuden a reducir el costo en los próximos años”, asegura Harini Venkataraman, analista de Lux en Ámsterdam. “Es por eso que estas plantas piloto son hitos tan importantes”.
Se proyecta que el mercado de carne a base de células alcance los US$140.000 millones en la próxima década, según los pronósticos compilados por Blue Horizon Corp. AG, que invierte en proteínas alternativas.
Los emprendimientos que anuncian plantas de prueba incluyen Memphis Meats Inc., que ha recibido el respaldo de Richard Branson y Tyson Foods Inc., así como el fabricante de mariscos a base de células BlueNalu Inc. Compañías como BioTech Foods, SuperMeat y Eat Just ya han comenzado a probar sitios.
“La pregunta no es si esto es factible”, dice Ido Savir, director ejecutivo de SuperMeat, que ha iniciado una prueba de cocina para pollos cultivados en Israel. “Se trata de cuánto tiempo nos llevará pasar de una configuración piloto, donde estamos, a una escala comercial. Las cosas se están volviendo muy emocionantes ahora”.
Fuente: Agnieszka de Sousa - Perfil.com
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Publicado: Lunes, 14 Diciembre 2020 12:23
¿Alguna vez pensaste en certificar tu producción bovina en materia de bienestar animal? Si todavía no se te cruzó la idea te contamos que puede ser una gran herramienta para aumentar la confianza de los consumidores en tu producto y marca.
Durante la Jornada de Ciencia y Tecnología Aplicada en Carne Bovina, realizada por TecnoFidta y Red Alimentaria, la veterinaria uruguaya Patricia Rovella -quien también se desempeña como auditora e instructora de bienestar Animal en la empresa LSQA– aseguró que las certificaciones son necesarias para que los compradores de carne tengan la confianza en que ese producto cumple con las normas internacionales de buen trato animal.
Pero no sólo esto. Obtener una certificación puede ayudar a reducir el costo de auditorías ante reclamos, y abre las puertas a mercados y consumidores más exigentes. “Les damos la tranquilidad de que los animales fueron faenados de manera humanitaria”, indicó.
Ver también: Preparan una lista de mandamientos para poder asegurar que la carne vacuna sea producida de modo sustentable
Para conseguirlas se debe auditar la planta industrial, el transporte o incluso el establecimiento en donde se cría el animal, y se basa en evidencias objetivas: entrevistas a personas, observación de actividades y condiciones, y la revisión de documentos. Las certificaciones pueden conseguirse sobre productos o servicios.
Rovella enumeró los pasos a seguir para lograr una certificación:
Elegir una norma y mercado que la solicite.
Escoger un organismo de certificación –que será imparcial- y solicitar una certificación en función del cumplimiento de esa norma.
Coordinar una fecha de auditoría.
Si los resultados son negativos se pueden tomar acciones para corregirlas. Si la auditoría es positiva se emitirá un documento (generalmente válido por un año) que da cuenta del cumplimiento de las buenas prácticas.
Si bien para la exportación de carne, Argentina aún no se ha visto en la situación de tener que garantizar de manera obligatoria el buen trato animal, empresas como McDonald’s sólo toman proveedores que cuentan que este sello. De la misma forma, la Unión Europea anunció a mitad de este año la posibilidad de exigir esto a los países que le exportan carne.
“Hay que saber qué pasa en todas las etapas de la vida de los animales. Hay que quebrar paradigmas que dicen que no se puede cambiar el trato animal, vencer barreras culturales y capacitar para que haya un manejo humanitario”, sostuvo la veterinaria.
Fuente: Bichosdecampo.com