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Publicado: Miércoles, 15 Marzo 2023 15:27
Inmunoterapia contra el cáncer: descubren una estrategia que da mejores resultados
Consiste en aplicar el tratamiento biológico antes de extirpar un tumor. Hoy se hace después de la cirugía. "Es un trabajo brillante", dice Gabriel Rabinovich.
Sin temor a exagerar, el hallazgo que se comentará debajo promete dejar una huella en el historial de la comprensión mundial del cáncer. El tema: cómo mejorar el éxito de las inmunoterapias en los casos de tumores quirúrgicos. La respuesta la dieron científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), liderados por el catalán Antoni Ribas: probaron que se gana mucho terreno si en lugar de aplicar las inmunoterapias después de extirpar un tumor (como se viene haciendo), arrancan antes de la cirugía.
La novedad, plasmada hace unos días en un paper del prestigioso The New England Journal of Medicine (NEJM), se basa en un razonamiento tan simple, que cuesta dimensionar su alcance.
Para entenderlo, dos explicaciones básicas. La primera es qué son las inmunoterapias, o terapias biológicas, que tan intensamente revolucionaron (en los últimos 15 años) la forma de tratar algunos cánceres.
Estas terapias se basan en generar un aumento en la producción de linfocitos (las células del sistema inmune). Es decir, reforzar los “soldaditos” propios, formato que las distingue por completo de las terapias clásicas contra el cáncer, como la quimio, que apuntan a destruir el tejido tumoral y (al revés que las terapias biológicas) suelen debilitar el esqueleto inmunológico.
Lo segundo es un dato menos conocido: además de células alteradas o malignas, los tumores también tienen linfocitos, tanto adentro como alrededor del cáncer.
Algunos recordarán -en relación a las vacunas contra el Covid- eso de que algunos linfocitos tienen “memoria”, la “memoria inmunológica”. Retenga este dato.
La novedad ahora es que el equipo conducido por Ribas pudo probar la inconveniencia de aplicar las inmunoterapias (solamente) después de operar, algo que protocolarmente se hacía, en parte por temor a que demorar la cirugía (para administrarle al paciente alguna inmunoterapia) significara una pérdida de tiempo vital.
Ribas y su equipo probaron que es exactamente al revés.
Adyuvante o neadyuvante-adyuvante
Gabriel Rabinoviches bioquímico e investigador Superior del Conicet, encabeza el Laboratorio de Glicomedicina del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) y es uno de los científicos argentinosmás reconocidos en investigación de inmunoterapias.
Clarínle preguntó cuán trascendente consideraba esta novedad. Fue elocuente: arrancó diciendo que “el trabajo es fantástico”, siguió explicando que “Ribas es claramente un referente” y al final de la charla reiteró: “Es un trabajo brillante”.
En el paper (“Neoadjuvant–Adjuvant or Adjuvant-Only Pembrolizumab in Advanced Melanoma”), los investigadores se centran en un fármaco biológico (el término adecuado es "anticuerpo monoclonal") llamadopembrolizumab.
La pregunta que se hacen es si, además de usarlo como “adyuvante” (terapia post quirúrgica para prevenir la reaparición de células tumorales) deberían también aplicarlo en modo "neoadyuvante", es decir, antes de la cirugía.
Rabinovich fue enfático: “El trabajo demuestra que las inmunoterapias funcionan mejor cuando se inician en lo que se llama neoadyuvancia, o sea, antes de intervenir quirúrgicamente, como suelen indicar casi todos los protocolos contra el cáncer”.
Por qué sirven las inmunoterapias neoadyuvantes
“Si bien en algunos casos se usaba antes de operar, nunca había sido tan contundente la demostración de que la eficacia es mucho mayor cuando la inmunoterapia se empieza antes. Esto es porque las terapias biológicas se basan en estimular linfocitos que son intratumorales y están exhaustos”, reforzó Rabinovich.
Como “la inmunoterapia levanta y estimula estas células inmunológicas que están agotadas,el razonamiento fue muy simple, muy claro y muy contundente. Brillante, a la vez. Y es que si sacás el tumor antes, lo sacás con los linfocitos y entonces la inmunoterapia no tiene mucha posiblidad de actuar”, explicó.
Distinto es con la estrategia neoadyuvante: “Dando la inmunoterapia antes de la cirugía, se estimula una respuesta inmune que levanta los linfocitos exhaustos, y entonces se genera una respuesta de memoria.Aunque después te saques el tumor, la memoria persiste”.
El éxito de la inmunoterapia antes de operar
El estudio clínico de UCLA fue de fase 2 e incluyó a 313 pacientes de 90 lugares de Estados Unidos que tenían melanoma avanzado (grados III y IV del tipo de cáncer de piel más frecuente).
Del total, 159 pacientes recibieron inmunoterapia luego de que se les extirpara el melanoma, mientras que a 154 se les aplicó antes y después (por eso el paper habla de un tratamiento “neoadyuvante-adyuvante”).
Las conclusiones son contundentes. Según el paper, “en una mediana de seguimiento de 14,7 meses, el grupo neoadyuvante-adyuvante tuvouna supervivencia libre de eventos significativamente mayorque el grupo solo adyuvante”.
En concreto, aclaran, “la supervivencia libre de eventos a los dos años fue del 72% en el grupo de neoadyuvancia-adyuvancia, y del 49 % en el grupo de adyuvancia”.
Ladiferencia es de 23 puntos porcentuales.
Además, los autores concluyen algo clave, y es que haber administrado más medicación biológica no generó diferencias significativas en materia de toxicidad (efectos adversos).
Así, el porcentaje de pacientes con eventos adversos relacionados con el tratamiento “fue del 12% en el grupo de neoadyuvancia-adyuvancia, y del 14% en el grupo de adyuvancia sola”, destacan.
Para qué cánceres podría ser útil esta terapia
Rabinovich destacó que “es un trabajo muy importante desde el punto de vista clínico, también" y que, "en teoría, podría potencialmente serextrapolable a otros cánceresdonde las inmunoterapias funcionen, o sea, tumores sensibles a la inmunoterapéutica”.
Por ejemplo, esbozó (siempre en tono de hipótesis), “en los tumores de cabeza y cuello, en cáncer de pulmón y en un porcentaje de los tumores gastrointestinales, siempre -hay que insistir-, si son sensibles a las inmunoterapias”.
La esperanza en un nuevo camino de ensayos contra el cáncer está instalada, cerró el científico: “Hay que hacerlo. Hay que ensayar también con otros tipos de tumores para ver si este nuevo fenómeno se da”.
Fuente: Irene Hartmann - Clarin.com
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Publicado: Martes, 14 Marzo 2023 11:47
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE.UU. demuestra que la ganadería de nuestro país no contamina el medio ambiente.
Durante años se utilizaron enfoques tradicionales en la medición del dióxido de carbono basado en el recuento y la estimación de la cantidad de dióxido de carbono que se emite en todos los sectores de una economía, como el transporte y la agricultura. Estos permitían evaluar los avances en los esfuerzos de reducción de emisiones. Pero su elaboración deja de lado una parte más que importante de la historia: la incorporación del dióxido de carbono al suelo. Un enfoque descendente en el cual se considera a las diferentes actividades como parte de un ciclo permite diferenciar a las distintas producciones económicas generar inventarios. Es aquí que la ganadería argentina tiene todo por ganar.
Un estudio publicado en Earth System Science Data utilizó mediciones realizadas por la misión Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA ofrece una nueva perspectiva al hacer un seguimiento tanto de las emisiones de combustibles fósiles como de los cambios totales en las "reservas" de carbono de los ecosistemas, incluidos árboles, arbustos y suelos. Los datos son especialmente útiles para seguir las fluctuaciones de dióxido de carbono relacionadas con el cambio de la cubierta terrestre. Aunque la misión OCO-2 no se diseñó específicamente para calcular las emisiones de los distintos países, los resultados de los más de 100 países llegan en un momento oportuno.
El hallazgo es que Argentina es uno de los pocos países que aparece con balance positivo (color verde) debido a la captura de carbono en las "tierras de pastoreo" (bosques, arbustales, pastizales, etc.).
Y es aquí la importancia que se le brinda a la producción ganadera específicamente en la Argentina. La ganadería argentina es parte del ecosistema natural y constituyen una de las actividades que lleva al agro argentino a ser un actor esencial en la gestión de la fotosíntesis y la recuperación del dióxido de carbono de la atmósfera en el ciclo natural del carbono.
El proceso se da a través del consumo de las vacas quienes se alimentan mayoritariamente en nuestro país de las pasturas y pastos naturales. Estos recursos forrajeros, han tomado del aire el dióxido de carbono como parte del ecosistema natural a través de la fotosíntesis. Las vacas digieren el carbono del pasto eliminando metano a la atmósfera. Pero el metano que ellas emiten esta “hecho” en base al carbono del pasto que consumieron y su duración es de entre 10 a 12 años en la atmósfera. Luego de ese tiempo el metano se transforma en agua y dióxido de carbono. El que es absorbido naturalmente a través de la fotosíntesis por las pasturas y pastos naturales. Y es así como el ciclo se repite una y otra vez. Es naturaleza pura.
Argentina, es uno de los países con mayor superficie de pastizales naturales que existen en el planeta tierra. Se encuentra dentro de los cinco países con más disponibilidad de este recurso. El color verde del mapa elaborado con datos de la NASA encaja perfectamente con los sistemas de producción de carne de nuestro país, ya que comparando con otras ganaderías más industriales e intensivas propias como las que tienen lugar en otros países del mundo, nuestras vacas pastan en prácticamente todo el territorio y sus sustentos alimenticios se caracterizan por una baja utilización de insumos, agroquímicos y fertilizantes químicos.
Por otra parte la ganadería argentina es una de las pocas actividades que permite la trasformación de proteína vegetal no apta para el consumo humano en proteína animal de alto valor biológico indicado para el consumo humano. Si los sensores de la NASA se refinan aún más, estos avances serán clave para verificar qué países cumplen con los compromisos firmados en la COP 21 y posteriores. Un golazo para las vacas albicelestes.
Fuente:
Carneargentina.org.ar