Análisis de restos de animales cazados con las lanzas de Schöningen recuperan el genoma más antiguo que redefine los orígenes del caballo moderno
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- Categoría: Interés general
- Publicado: Viernes, 03 Octubre 2025 17:08

Un equipo de la Universidad de Tubinga secuencia por primera vez ADN de 300.000 años de la especie Equus mosbachensis, un ancestro directo de los équidos actuales, en un yacimiento alemán cuyas condiciones excepcionales de conservación desafían los límites conocidos de la paleogenética.
La historia evolutiva de la familia de los équidos, un pilar fundamental en el estudio de la paleontología de mamíferos que durante décadas se ha construido meticulosamente a partir del análisis morfológico de restos óseos, acaba de ser reescrita desde sus cimientos gracias a la recuperación de un material genético que se creía perdido para siempre.
Un consorcio científico del Senckenberg Centre for Human Evolution and Palaeoenvironment de la Universidad de Tubinga y de la Forschungsstation Schöningen ha logrado extraer y secuenciar, por primera vez, el genoma mitocondrial completo de ejemplares de Equus mosbachensis, una especie de caballo extinta cuyos restos, datados en aproximadamente 300.000 años, han permanecido conservados en el yacimiento al aire libre de Schöningen, en la Baja Sajonia.
La hazaña técnica, publicada en la revista Nature Ecology & Evolution, constituye la evidencia de ADN más antigua jamás recuperada en un contexto de estas características, superando con creces la barrera de los 240.000 años que se consideraba el límite máximo de preservación fuera de entornos criogénicos o cavernícolas, y sitúa definitivamente a estos animales en el linaje ancestral directo que daría origen a todos los caballos domésticos y salvajes que conocemos en la actualidad.
La investigación, dirigida por el profesor Cosimo Posth y con la doctoranda Arianna Weingarten como primera firmante, se centró en el análisis de restos óseos pertenecientes a un mínimo de veinte individuos de Equus mosbachensis que fueron cazados y procesados por grupos humanos arcaicos en las orillas de un lago prehistórico, un lugar que ya era mundialmente reconocido por el hallazgo de las lanzas de madera completas más antiguas del mundo, con una antigüedad equivalente.
La proximidad física entre las armas de caza y los esqueletos de los équidos ofrece un testimonio elocuente y temprano de la relación de dependencia que unió a los homínidos con estos animales mucho antes de que se iniciase el proceso de domesticación, hace apenas unos miles de años. El objetivo de nuestra investigación era precisamente aclarar la posición filogenética de Equus mosbachensis dentro del complejo árbol genealógico de los équidos y comprender con mayor precisión sus vínculos genéticos con las poblaciones equinas contemporáneas, explicó Weingarten.
Fuente: www.labrujulaverde.com