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Publicado: Sábado, 05 Junio 2021 13:33
Durante demasiado tiempo, hemos estado explotando y destruyendo los ecosistemas de nuestro planeta. Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de fútbol y, tan solo en el último siglo, hemos destruido la mitad de nuestros humedales. El 50% de nuestros arrecifes de coral ya se han perdido y para 2050, podrían desaparecer hasta el 90%, incluso si el calentamiento global se limita a un aumento de 1,5°C.
La pérdida de los ecosistemas está privando al mundo de sumideros de carbono, como los bosques y las turberas, en un momento en que la humanidad ya no puede permitírselo. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres años consecutivos y el planeta está a un paso de un cambio climático potencialmente catastrófico.
La aparición de la COVID-19 también ha demostrado lo desastrosas que pueden ser las consecuencias de la pérdida de ecosistemas. Al reducir el área de hábitat natural para los animales, hemos creado las condiciones ideales para que los patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen.
Ante este gran problema, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en la restauración de ecosistemas con el lema "Reimagina, recrea, restaura".
Restaurar los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla. Para ello, y precisamente en este día, arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima de las montañas hasta las profundidades del mar. Solo con ecosistemas saludables podemos mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener el colapso de la biodiversidad.
Invertir en los ecosistemas es invertir en nuestro futuro
El Día Mundial del Medio Ambiente 2021, que este año cuenta con Pakistán como país anfitrión, exige acciones urgentes para devolverle la vida a nuestros ecosistemas dañados.
Desde los bosques hasta las turberas y las costas, todos dependemos de ecosistemas saludables para nuestra supervivencia. Los ecosistemas se definen como la interacción entre los organismos vivos (plantas, animales, personas) y su entorno. Esto incluye a la naturaleza, pero también a los sistemas creados por el hombre, como las ciudades o las tierras de cultivo.
La restauración de los ecosistemas es una tarea global de una escala gigantesca. Significa reparar miles de millones de hectáreas de tierra, un área mayor que China o Estados Unidos, para que la gente tenga acceso a alimentos, agua potable y empleos.
Significa lograr que vuelvan plantas y animales que hoy están al borde de la extinción, desde las cimas de las montañas hasta las profundidades del mar.
Pero también incluye las muchas pequeñas acciones que todos podemos realizar, todos los días: cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades, repoblar nuestros jardines con especies silvestres o limpiar la basura de los ríos y costas.
La restauración de los ecosistemas conlleva beneficios sustanciales para las personas. Por cada dólar invertido en restauración, se pueden esperar al menos entre siete y treinta dólares en ganancias para la sociedad. La restauración también crea empleos en las zonas rurales, donde más se necesitan.
Algunos países ya han invertido en la restauración como parte de sus estrategias para recuperarse de la COVID-19. Otros están recurriendo a la restauración para ayudarlos a adaptarse a un clima que ya está cambiando.
Fuente: Naciones Unidas
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Publicado: Jueves, 03 Junio 2021 11:53
Las mujeres se involucran en el ámbito rural con el fin de revolucionar los sistemas productivos globales. En ese sentido, el bienestar animal es uno de los aspectos que mejor influyó en el aumento productivo, gracias al aporte de productoras, emprendedoras e investigadoras profesionales. "La sensibilidad de la mujer marca el camino", expresó Graciela Cappelletti, docente de la UNR.
Para la docente y médica veterinaria graduada por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Graciela Cappelletti, la participación de las mujeres en las decisiones sobre bienestar animal es determinante. La investigadora, define al bienestar animal como una serie de acciones que posibilitan incrementar la producción del rodeo en el campo.
“Está demostrado que el maltrato animal genera pérdidas en toda la cadena ganadera. Hoy los mercados exigen alimentos manipulados con responsabilidad y en ese contexto aparece el bienestar animal”, aseguró en diálogo con El ABC Rural.
Desde hace tiempo, Cappelletti integra Lean In Rural in Argentina. Se trata de un círculo que promueve el liderazgo de las mujeres vinculadas a la ruralidad. “Diversas investigaciones demuestran que nos sentimos más seguras y capaces cuando trabajamos en grupo. Los círculos Lean In son pequeños grupos de mujeres que se reúnen de forma regular para aprender y crecer juntas”, explicó la entrevistada.
“Mujeres fortalecedoras de las buenas prácticas”
“El bienestar animal me apasiona, no solo en lo referente al manejo y el trato de los animales, sino también como posibilidad de disminuir riesgos en el trabajo”, sostuvo la especialista.
Además, reconoce que es algo trasversal a toda la producción animal. “Este concepto tienen una estrecha vinculación con la salud animal y la productividad del mismo”, destaca. Pero además, llega a impactar en los mercados. “Hoy el mundo necesita inocuidad. Esa es otra razón por la cual debemos impulsar técnicas de trabajo ligadas al bienestar animal; cada vez más países las exigen”, continuó.
En ese sentido, destacó que las mujeres que trabajan en el medio rural, “son fortalecedoras de las buenas prácticas agrícolas”, en donde también se incluye el bienestar animal. “Debemos intervenir los sistemas ganaderos intensivos para brindarle eficiencia y sostenibilidad, atendiendo la problemática social y del bienestar“, soslayó.
“Enfoquémosnos en Una Salud”
«Una salud» es un enfoque concebido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es para diseñar y aplicar programas, políticas, leyes e investigaciones en el que múltiples sectores se comunican y colaboran para lograr mejores resultados de salud pública.
“No diferenciamos salud humana, animal o vegetal. Tenemos que buscar siempre la inocuidad de los alimentos encausándonos en este enfoque y trabajando en el control de las enfermedades zoonóticas”, destacó.
Por ello, desde Lean In Rural in Argentina, promueve la gestión de alimentos sanos, bienestar animal y sustentabilidad. “Tenemos que incorporar el concepto de buenas prácticas ganaderas. Sin dudas eso redunda en una mejora de la producción, posibilita hacer un diagnóstico temprano de enfermedades, reducir pérdidas y disminuir los problemas de comportamiento, entre otras cuestiones”, diagnosticó.
La importancia de capacitar a productores
Muchos productores ganaderos creen que aplicar bienestar animal en sus rodeos requiere de una gran inversión, sin embargo este es un concepto errático. “No hay que invertir fortunas para aplicar el bienestar animal. Solo hay que adquirir conocimientos básicos y conocer el comportamiento de los animales que existen en la granja”, explicó la investigadora.
Por ello, Cappelletti asegura que es fundamental capacitar a los productores y a los profesionales, para que estos logren transmitirle los conocimientos a los empleados del establecimiento.
Por otra parte, en relación a la posibilidad de transmitir este concepto a los productores, la entrevistada reconoce que situaciones como el cierre de las exportaciones o los efectos de la pandemia, dificultan el objetivo.
“Antes de la pandemia visitábamos establecernos con los alumnos para explicar el concepto. Hoy no lo podemos hacer. Además, cuando hay reglas políticas que no son claras para la actividad, el productor no se interesa por estas cosas”, lamentó.
La mujer empoderada del agro
El grupo de trabajo que lidera Graciela Cappelletti en la Facultad de Ciencias Veterinarias, está compuesto por un 75% de mujeres, y según ella no es un dato menor.
“Hoy vemos muchas mujeres asesorando emprendimientos ganaderos. Ellas están en la toma de decisiones. Todas incentivando la construcción de un sistema productivo basado en el bienestar animal y las buenas prácticas en general”, asegura.
Es por esa razón que Graciela reconoce que “la mujer está empoderada en el sector” e incentivada por cambiar muchas realidades. “La mujer se caracteriza por la sensibilidad. Entiendo que esta característica es la que impulsa los nuevos desafíos en el agro”, opinó la docente.
Fuente: www.elabcRural.com