UNA EXCELENTE IDEA Y EJEMPLO A SEGUIR
La vida silvestre está recuperándose dentro de un archipiélago artificial construido en el lago Markeemer, en Holanda. Este lago resulta ser uno de los más grandes cuerpos de agua dulce de toda Europa.
¿Por qué crearon 5 islas artificiales en Holanda?
Corría el año 1976 cuando el gobierno holandés decidió construir una represa que seccionó el lago Markeemer. Pero los sedimentos que anteriormente transportaban las corrientes empezaron a caer al fondo del lago, causando que las aguas se volvieran turbias, ensuciando todo a su alrededor y dañando la vida silvestre: aves, peces, plantas y moluscos.
Y ahora, es el mismo gobierno el que decide aplicar una solución bastante creativa para reparar una herida prácticamente autoinfligida.
“No se construyen las islas para tener islas, sino especialmente para mejorar todo el sistema de Markermeer, que es uno de los lagos de agua dulce más grandes de Europa. Esta es una de las mayores operaciones de restauración de la naturaleza en el continente”, explica el guardabosque André Donker.
¿Era necesario construir una represa que dañara todo el ecosistema?
Holanda es un país que tiene el 26% de su tierra por debajo del nivel del mar, y era necesario cerrar una gran extensión de agua para mantener alejado el Mar del Norte y ayudar a combatir las inundaciones.
Sin embargo, nadie se esperaba que esta obra causara tantos estragos y afectara la vida del lugar.
La zona, que está pensada para regular el nivel del agua en todo el país, solía ser rica en biodiversidad. Lamentablemente, ya no contaba con vida acuática y el costo para el país y el medio ambiente ha sido alto.
Ciertamente los cambios climáticos podrían dejar a los Países Bajos más vulnerables a tormentas violentas y mareas altas, pero Holanda decidió tomar cartas en el asunto.
La brillante solución.
El proyecto de las 5 islas fue lanzado por una ONG que trabaja por la protección de la naturaleza. Requirió un aproximado de 89 millones de euros, pero vio la luz gracias a las donaciones de fuentes públicas y privadas y a la colaboración con los ministerios de Agricultura y de Infraestructuras y gestión de aguas, asociaciones de pescadores y de protección de la fauna y la flora.
Cabe destacar que el gobierno holandés aportó alrededor de la mitad del presupuesto. “Nos sentimos en parte responsables, porque hicimos la represa que asfixió el lago”, expresó Ben Viveen, un funcionario del gobierno que supervisa el esfuerzo de construcción de las islas.
Hicieron falta 2 años y medio para construir por completo las 5 islas, y los últimos seis meses se tomaron para la última fase: Construir la torre de observación y los puntos de amarre para barcos. Según explicó Jeroen Van Der Klooster, el líder del proyecto.
Al día de hoy, las islas ya han servido de hogar para más de 30.000 golondrinas. El gran éxito del proyecto se debe a la capacidad, pero sobre todo a las ganas, que tenían de recuperar la vida silvestre y acuática del lugar.
Ahora mismo, para poder visitar esta maravilla construida toma unos 30 minutos en ferry desde la ciudad holandesa de Lelystand. Este paseo es idóneo para alejarse de todo ya que las islas se pueden sentir aisladas casi por completo del mundo exterior.
Fuente: PortalAmbiental.com