Por qué el estrés por calor en el ganado bovino afecta el bienestar de los animales
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- Categoría: Interés general
- Publicado: Miércoles, 09 Diciembre 2020 12:08
Con la llegada del verano y el calor intenso, una preocupación natural de los productores es asegurarse de que el ganado bovino no sufra estrés por calor. Además de provocar cambios en el comportamiento y en la fisiología de estos animales, puede generar importantes pérdidas en su rendimiento.
En muchos casos, no se llega a identificar el tamaño del impacto que provoca el calor en la crianza de animales debido al desconocimiento o descuido de los productores. Saber cuáles son los ajustes o modificaciones que han de hacerse para mitigar el efecto del estrés por calor en el ganado bovino es responsabilidad exclusiva de los productores.
La alta exposición al calor y la radiación solar puede tener consecuencias negativas no solo en el ganado de engorde, sino también, en las vacas lecheras y otras especies, como cerdos y gallinas.
Vea aquí cómo reducir los efectos del calor en la avicultura
Este estrés por calor ocurre porque la tasa de aumento de calor (además de la producción metabólica) excede la tasa de pérdida o disipación de calor. Esta condición impide que la temperatura corporal de los bovinos permanezca neutra, lo que hace que consuman un mayor volumen de agua y reduzcan su ingesta de alimentos.
En consecuencia, la actividad física disminuye para intentar liberar menos calor corporal a través de la producción metabólica. En el caso de los bovinos de engorde, si no existe un ajuste fisiológico y de comportamiento en las condiciones en que se mantienen los animales y la pérdida de productividad es alta en la fase de engorde, el registro del lote sacrificado mostrará pérdidas importantes.
Una de las principales pérdidas que se observan es la del menor provecho de la carcasa. Podemos notar cuando esto ocurre, ya que algunas de las señales más comunes que provoca el calor excesivo son la respiración acelerada de los animales, la boca constantemente abierta, las narinas dilatadas y la lengua fuera para poder respirar mejor.
Consulte los principales factores que ayudan a identificar el estrés por calor en el ganado bovino (fuente: Rehagro):
Disminución de la producción de leche entre 10% y 20%;
Frecuencia respiratoria superior a 80 movimientos por minuto en el 70% de los animales del lote;
Temperatura rectal superior a 39,2ºC en el 70% de los animales del lote o superior a 39ºC durante más de 16 horas seguidas;
Reducción de al menos 10% a 15% en la ingesta de alimentos (observe la lectura del comedero);
Mayor consumo de agua.
¿Cómo reducir el estrés por calor en el ganado bovino?
Actualmente, existen formas de fomentar el bienestar animal y mitigar los efectos del estrés por calor en el ganado bovino. Por ejemplo, proporcionado a cada lote de animales una dieta acorde a sus necesidades nutricionales y adaptarla, cuando sea posible, para reducir la producción de calor metabólico.
Otra forma más sencilla es disponer de un refugio o espacios con sombra para que los animales puedan protegerse, evitando el contacto directo con la radiación solar.
El área de sombra puede ser natural, compuesta de vegetación, o artificial, con la construcción de una malla sombra, generalmente de plástico o telas de polietileno, que retenga al menos 80% de la radiación.
En ambas condiciones, el área de sombra debe tener el tamaño suficiente para que todos los animales puedan resguardarse, recomendándose que sea de 3,5 m2 a 5m2 por animal.
Este sistema reduce la incidencia de los rayos solares en los animales, pero es insuficiente para regular su temperatura corporal si continúan las condiciones climáticas y atmosféricas adversas. Por eso, otra opción es invertir en pulverizadores de agua y ventilación automática siempre que sea posible, ya que pueden reducir en gran medida los efectos que el calor produce en los animales.
La inversión en sistemas con sombra en las áreas de confinamiento del ganado de engorde se ve confirmada por los resultados de un estudio de Nutron/Cargill, que confirma que el animal que está a la sombra respira a un ritmo más lento y que su temperatura corporal es más baja que la del animal expuesto directamente al sol.
Esto requiere menos consumo energético y, en consecuencia, sobra más energía para que los animales sigan siendo productivos. Consulte las cifras de consumo de los animales:
Un 8% menos de materia seca entre los animales que están a la sombra, sin efectos sobre el aumento de peso, en comparación con los demás;
La conversión alimenticia y biológica para animales a la sombra fue de un 11% y 15% mejor, respectivamente;
Solo el 1% de los animales a la sombra mostró respiración acelerada;
El 16% de los animales que no disponían de áreas con sombra presentaron un cuadro de dificultad respiratoria.
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Fuente: Certified Human Bienestar Animal