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Publicado: Lunes, 06 Enero 2025 12:02
El proyecto que declara plaga a varias especies en Entre Ríos se convirtió en Ley la semana pasada. Se trata de los jabalíes, los ciervos axis y los chanchos asilvestrados que, al no tener predadores naturales ni regulación en la cadena trófica, han proliferado de manera descontrolada no solo en esa provincia sino también en la mayor parte del Litoral argentino.
En el último mes del año 2024, la Cámara de Diputados de la provincia de Entre Ríos había aprobado por mayoría la declaración de plagas de tres especies animales que vienen causando crecientes y severos daños a la fauna autóctona, a la producción agropecuaria, a la salud de la población rural y a los animales domésticos en el campo. Y el jueves pasado, como había adelantado Clarín Rural, el Senado también la aprobó.
El proyecto, cuya autoría pertenece a la diputada Gabriela Lena, habilita la caza controlada de las tres especies con fines de control poblacional y mitigación de los daños.
Ahora, el Poder Ejecutivo de Entre Ríos deberá reglamentar la caza y el control del destino de los ejemplares capturados de esos animales en el territorio provincial. Esto último es especialmente importante para prevenir la triquinosis, enfermedad que aumentó notablemente debido a la elaboración de chacinados y embutidos con carne de jabalíes y chanchos salvajes cazados en el campo por los pobladores locales.
“Tenemos una superpoblación que causa graves daños en cultivos y en la ganadería, así como en nuestra fauna y flora autóctonas. Con esta declaración de plagas estamos autorizando al Ministerio a reglamentar mayores cupos de caza controlada y realizar convenios con otros organismos como Senasa e INTA para controlar la transmisión de enfermedades como la triquinosis”, explicó Lena luego de obtener la media sanción por mayoría en la Cámara de Diputados.
"Entre estas especies, la que más preocupa es el jabalí. Originario de Europa, está incluido en la lista de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Su acción de hozar, es decir remover la tierra con el hocico, para depredar semillas, afecta directamente los suelos y cultivos de los trabajadores rurales; existiendo casos también de destrozo de silobolsas", señaló el coordinador provincial de Políticas Agropecuarias, José Carlos Basaldúa al momento de analizar el proyecto.
Ahora, el Ministerio de Desarrollo Económico será el encargado de reglamentar las modalidades de licencia y permisos de caza, zonas habilitadas, temporadas, cupos para la caza de las especies exóticas invasoras, garantizando su control y supervisión.
Ya en noviembre, la provincia de Entre Ríos había ampliado el número de los tres animales exóticos que se podían cazar de manera deportiva, llevándolo hasta cuatro jabalíes, tres ciervos axis y un antílope negro por cazador autorizado y por excursión. Asimismo, habilitó el transporte de tres jabalíes y ciervos axis, y un antílope negro como máximo por persona habilitada y por excursión.
"Son especies reconocidas por la comunidad científico técnica y por los productores agropecuarios como perjudiciales en campos de cultivos y deterioro de bosques nativos, causando pérdidas económicas por el daño en las chacras, además al ganado y a fauna nativa. Asimismo, desarrollan una fuerte competencia por espacio y los recursos naturales con la fauna nativa", argumentaron en la modificación de la norma.
Desde hace algunos años, en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Formosa y Misiones, vienen creciendo aceleradamente las poblaciones de estas tres especies exóticas invasoras y, según indican los agricultores y ganaderos del noreste argentino (NEA), están provocando serios perjuicios ambientales, productivos y económicos.
Estos animales circulan de campo a campo llevando parásitos y plagas de un campo a otro. Además, han producido un corrimiento de la fauna autóctona. El ciervo axis está desplazando al ciervo de los pantanos local, y el chancho silvestre a los teros, ñandúes y perdices ya que se alimentan de los huevos que ponen estas especies.
Los jabalíes y chanchos salvajes constituyen un serio perjuicios para la producción ganadera ya que atacan y matan a corderos, terneros, caballos y perros. Además, los chanchos silvestres son capaces de llevarse hasta un 30% de la comida de los silos de autoconsumo.
“El jabalí y el ciervo están causando grandes problemas. A nivel sanitario, ambos transmiten enfermedades a los animales de la producción; y el jabalí, como se lo caza y se lo usa para hacer embutidos, también transmite la triquinosis al ser humano. Es un problema importante porque son animales salvajes y no le hacen ningún tipo de control bromatológico”, contó el médico veterinario José Colombatto, vicepresidente 1° de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) e integrante de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER).
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Publicado: Lunes, 30 Diciembre 2024 12:43
El superalimento que es una alternativa natural para niños que sufren la patología alimentaria más frecuente
En Villa María, Córdoba, tres emprendedores lideran un proyecto pionero con el primer tambo y planta pasteurizadora del país de esta leche con propiedades similares a la leche materna; buscan ofrecer una solución accesible ante la alergia a la proteína de la leche de vaca.
La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es la patología alimentaria más frecuente en niños menores de dos años. Afecta a más del 1,2% de los pequeños en la Argentina y esa condición va en aumento. En este contexto, una alternativa natural y poco explorada comienza a ganar protagonismo: la leche de burra.
Con un perfil proteico similar al de la leche materna se presenta como una solución ideal para quienes padecen esta enfermedad. En Villa María, Córdoba, tres emprendedores decidieron apostar por este recurso al inaugurar hace dos años el primer tambo y planta pasteurizadora de leche de burra del país. Este proyecto pionero, liderado por Pablo Talano, Jorge Muract y Luis Losinno bajo la marca Equslac, busca impulsar el crecimiento de este producto en el mercado interno.
“La leche de burra tiene un nivel muy bajo de caseína y una digestibilidad mucho más fácil que la de vaca. Esto, entre otras cualidades, nos permite ofrecer una solución natural a los niños con alergia a la proteína de la leche de vaca, quienes actualmente solo tienen dos opciones: una restricción absoluta de lácteos o el uso de leches hidrolizadas”, explicó Talano a LA NACION, uno de los emprendedores detrás del proyecto Equslac. Actualmente el equipo comercializa leche pasteurizada congelada con una duración de seis meses, aunque trabajan para adquirir un liofilizador que les permita producir leche en polvo sin alterar sus propiedades.
Considerada un superalimento, la leche de burra se destaca por su bajo contenido graso y su alta concentración de nutrientes como calcio, magnesio, vitaminas del grupo B y probióticos. Además contiene inmunoglobulinas que refuerzan el sistema inmunitario, lo que la convierte en una opción segura y beneficiosa para personas con necesidades nutricionales específicas.
El origen del proyecto se remonta a hace una década, cuando Luis Losinno, médico veterinario y doctor en Ciencia Animal, viajó a China y descubrió las propiedades de la leche de burra. En ese país, visitó tambos con entre 4000 y 10.000 burras, familiarizándose con el proceso de producción. Para tener en cuenta, el interés del gigante asiático por la producción de leche de burra se debe a que cuentan con 11 millones de burros, mientras que en la Argentina hay solo 200.000. Posteriormente, en Italia validó el sistema productivo donde la leche de burra es un elemento central de su cultura. Este producto se comercializa en envases como tetrabriks o botellas.
Para los chinos, la leche de burra es considerada una medicina con una larga tradición en su consumo. Además extraen péptidos de la leche, principios activos que se comercializan en la industria cosmética.
De regreso a la Argentina tras su viaje, Losinno adquirió los primeros animales y comenzó un esquema de investigación al que se sumaron Talano, que es ingeniero agrónomo y Muract, ingeniero mecánico. “Nuestro objetivo es escalar el proyecto a 5000 burras distribuidas entre distintos productores en una cuenca centralizada. Esto permitiría abastecer a un porcentaje importante de niños tanto en la Argentina como en el exterior”, comentó Talano.
Una burra produce entre uno y tres litros de leche por día en comparación con los 25 litros que puede producir una vaca, por ejemplo. Por eso indicó que con 5000 burras podrían abastecer a 5000 niños. Argentina existen aproximadamente 275.000 burros, muchos de los cuales son sacrificados en zonas de las cordilleras por competir con ovejas y cabras por el pasto. Este proyecto busca revalorizar a este animal históricamente maltratado.
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Fuente: Pilar Vazquez - LaNacion.com.ar