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Publicado: Viernes, 09 Agosto 2024 12:51
Se estima que, a lo largo del tiempo, habrían matado a unos 40 yaguaretés, además de decenas de ejemplares de otras especies; hay tres prófugos.
raíz de una nota publicada en LA NACIÓN, fue recientemente desarchivada una causa que había comenzado en 2018 vinculada a cotos ilegales de caza en distintos lugares del país. Debido al aislamiento social obligatorio y el cierre de fronteras que impuso la pandemia de Covid-19, la actividad judicial se suspendió forzosamente. Así, en 2022 se pidió el archivo provisorio del expediente hasta que hubiese nueva información. Eso sucedió en enero pasado, cuando a partir del mencionado artículo periodístico y de dos denuncias presentadas en la Subsecretaría de Ambiente de la Nación por dos ONG, la causa volvió a abrirse.
“Cuando leímos esa nota, decidimos volver a abrir la causa y seguir con la investigación”, señaló el fiscal auxiliar de la Fiscalía Federal 1 de Lomas de Zamora, Juan Pablo Arci. De esta manera, el lunes pasado, por orden de la Fiscalía, la Policía Federal y la Brigada Ambiental dependiente de la Subsecretaría de Ambiente –y con intervención del Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora– realizaron 14 allanamientos en diferentes cotos de caza no autorizados, domicilios, depósitos y oficinas situados en Santiago del Estero, la provincia de Buenos Aires y la Capital.
Se ordenó detener a siete personas: Jorge Néstor Noya, Federico Manuel Testa, Guillermo Funes, Marcelo Alejandro Araujo, Leonardo Martín Destefani Villafañe, Federico Gustavo Oliva y Carlos Pablo Escontrela. Estos últimos tres permanecen prófugos. Ayer, los acusados fueron indagados y se les imputó como coautores del delito de depredación de fauna silvestre, agravado por haberse cometido de modo organizado, con el concurso de más de tres personas, y con armas y medios prohibidos, así como de la provisión ilegal de armas de fuego, agravado por resultar una actividad habitual.
Así, por primera vez en la historia judicial argentina, se hizo detenciones por caza ilegal de animales, provisión de armas sin autorización a los clientes extranjeros de los cotos de caza y exportación de trofeos con certificados falsos.
El principal referente es Jorge Noya, propietario, director y fundador de Caza y Safari Argentina. En su página web, en su cuenta de Instagram, en el foro denominado “African Hunting” y en la web
Online Hunting, ofrece el servicio de caza de fauna silvestre en distintas zonas y provincias para personas provenientes del exterior (el sitio de la organización se presenta en inglés).
La ley N°22.421 ampara a todos los animales silvestres autóctonos o exóticos, con lo cual resultan inexplicables las fotografías en las que Noya, junto a sus clientes, aparece al lado del cadáver o cadáveres de animales en peligro de extinción o cuya caza está prohibida. En esas imágenes, se pueden contabilizar al menos cuarenta cuerpos de diferentes yaguaretés. Algunos de ellos pudieron haber sido capturados en Paraguay, Bolivia o Brasil, donde también está prohibida su cacería.
La Argentina es considerada uno de los destinos más atractivos mundialmente para la cacería de animales salvajes. Ingresan al menos 20.000 cazadores por año. De acuerdo con la ley N°22.421, cada provincia decide qué y cuántos animales podrán ser abatidos, así como las condiciones en las que esto se hará. Los cotos de caza ofrecen alojamiento y distintos tipos de cacerías. Se llegan a pagar fortunas por cada trofeo: cuanto más raro, más difícil de ver o más escaso, mejor y más valioso. Lo mismo vale para cualquier destino en el mundo.
Los permisos se renuevan año a año y los responsables de otorgarlos son las autoridades de Fauna de cada provincia. En todo nuestro territorio se prohibió la caza de animales autóctonos: en particular, la cacería del yaguareté –el felino más grande de América, del que se calcula que quedan en libertad solo 250–, que no está autorizada desde 1984, sin excepciones.
El operativo que concluyó con las seis detenciones fue impulsada por la Fiscalía Federal 1 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal general adjunto Sergio Mola, en conjunto con el departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina y la Brigada de Control Ambiental, dependiente de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, a cargo de Ana Lamas, y con la intervención del Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora, bajo el mando de Ernesto Kreplak.
Cabe esperar que durante las declaraciones y la investigación, al margen de la detención de quien aún esta prófugo, se sepa en connivencia con quién o quiénes fue posible perdurar con un negocio ilícito, con matanzas, tenencia de armas y exportaciones ilegales a lo largo del tiempo.
En uno de los allanamientos, se encontraron con vida a un puma –que permanecía encerrado adentro de un barril, probablemente para ser ofrecido como siguiente víctima en alguno de los cotos de caza– y a dos pecaríes de collar. Los tres animales fueron liberados por la Dirección de Fauna de Santiago del Estero.
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Publicado: Lunes, 05 Agosto 2024 12:04
La naturaleza, siempre, aporta sorpresas. Ahora llegan desde India, donde un grupo de investigadores logró determinar un comportamiento llamativo de los osos bezudos que habitan en ese país: cómo se defienden de los temibles tigres.
La investigación, publicada en la revista Ecology and Evolution, implicó el análisis de 40 videos y tres secuencias de fotografías tomadas por participantes de safaris en parques nacionales de la India.
Según reproduce The New York Times, los investigadores demostraron que los tigres, animales que se encuentran entre los depredadores más feroces, se acercan muy fácilmente a los osos bezudos (que Asia también se llaman perezosos son diferentes a los que en acá conocemos con ese nombre) y que son de un tamaño pequeño.
La mayoría de las veces, los osos no advierten el riesgo. Pero una vez que son atacados, terminan siendo ellos los que reaccionan, dan batalla a los felinos y los obligan incluso a retroceder y volver por donde habían venido.
Lo singular es que estos osos no son depredadores, sino que comen principalmente termitas, hormigas y frutas. No obstante, señalan, sí son peligrosos para los humanos porque hay informes que sugieren que son responsables de más ataques a personas que cualquier otro gran carnívoro del mundo.
Thomas Sharp, uno de los científicos a cargo de la investigación, encontró una respuesta a por qué los osos son tan agresivos. Y se la dieron las mismas personas que viven en las zonas de la India donde conviven humanos y estos animales. "La respuesta que siempre recibí de la gente es que son agresivos porque pelean con los tigres", contó Sharp, que viene desde hace 20 años estudiando a estos animales.
El científico detalló que estos osos pasan mucho tiempo cavando y agachados, en la búsqueda de insectos para alimentarse. En esa tarea, resoplan, son ruidosos y, sin ser conscientes, llaman la atención de los tigres. Los felinos, por el contrario muy sigilosos, pueden acercarse muy fácilmente a ellos.
Pero, vieron los científicos en los videos, apenas se daban cuenta de que tenían un tigre cerca, los osos reaccionaban: se levantaban sobre sus patas traseras, embestían a los tigres, los golpeaban, gruñían y se trenzaban en furiosas peleas. Los investigadores evaluaron cuál fue el resultado: en el 86% de los casos los osos resultaron ilesos, explica The New York Times.
En cuanto a los ataques a los humanos, señalaron, suelen ocurrir cuando los osos se asustan a corta distancia y lo primero que hacen, al igual que con los tigres, es levantarse y embestir. Los investigadores creen que después de tanto tiempo defendiéndose de los felinos o incluso de otros depredadores en el pasado, los humanos quedan en su "punto de mira" y por eso terminan siendo víctimas de la reacción de los bezudos.
Sharp señaló que respeta el papel del tigre en el ciclo de la vida, pero que después de trabajar tantos años con los osos, de alguna manera tomó parte por ellos en esta pelea: "La naturaleza es dura. Pero apoyo que el oso se aleje".