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Publicado: Miércoles, 19 Abril 2023 14:43
Los vecinos se quejaron que estuvieron mucho tiempo sin desmalezar varios espacios verdes de la zona. Tras una reciente poda, los animales huyeron para las casas del barrio Alto Comedero.
Una gata salvó a su familia del ataque de una yarará. La mascota se enfrentó y atacó a víbora, evitando así una tragedia dentro de la casa ubicada en el barrio Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy,.
El hecho conmocionó a los vecinos de la zona, que aseguran que el barrio fue invadido por serpientes y ratas en los últimos días tras una reciente poda de los espacios verdades cercanos.
Según informaron, esta zona la manzana pasó mucho tiempo sin ser desmalezada, lo que provocó que este poblado de este tipo de animales peligrosos.
De esta manera, una de las serpientes buscó resguardo en una de las casas del barrio, pero se topó con una gata que estaba montando guardia en el patio de su casa, la sorprendió y la cazó. “La víbora era una yarará y media por lo menos un metro. La gata estaba en el mesón del patio, la vio y la cazó”, contó una vecina al medio local Jujuy al Momento.
También aseguró que la semana pasada tuvieron un caso similar. Una serpiente logró entrar a la casa de una vecina y por eso, la mujer tuvo que llamar a los bomberos para que pudieran retirarla del domicilio. “Sufrimos la presencia de ratas y cuises”, agregó sobre la problemática.
Tras el hecho de la gata que salvó a su familia de ser atacada por una yarará, centenares de vecinos mostraron su hartazgo ante las situaciones que tienen que soportar desde hace años. En diálogo con el medio local Jujuy al Momento, muchos de ellos pudieron expresar su enojo y contaron cómo es la situación actual del barrio.
“Hay un abandono total del Gobierno Provincial, al menos en esta zona”, expresó un vecino, quien destacó que no tienen ningún tipo de servicio en el barrio. “Esto es un barrial. Hace tiempo vienen haciendo promesas de mejoras, pero nunca cumplen”, dijo enojado.
“Estamos olvidados. No hay puesto de salud, no hay escuela, el servicio de transporte público es un desastre, hay dos unidades y el servicio funciona cada media hora y corta a las 20”, contó otra vecina, quien agregó además que las malezas de gran tamaño ayudan a que haya aún más inseguridad. Entre la falta de presencia policial y los “yuyos”, permiten que los delincuentes se escondan ahí para robar y amedrentar a los vecinos.
Fuente: Tn.com.ar
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Publicado: Sábado, 15 Abril 2023 14:38
Pudo haber sido la causa de muerte de algunos ejemplares. Presumen que los residuos estaban en las presas que habían capturado e ingerido.
Hasta ahora, se creía que los pingüinos de Magallanes estaban al margen de la contaminación por microplásticos que amenaza a las especies en el mar. Sin embargo, científicos hallaron la primera evidencia de que el fenómeno ya alcanzó a los pintorescos habitantes de las costas de Chubut, donde fueron divisados por la expedición del marino portugués en 1530.
Una decena de investigadores examinó ejemplares que fallecieron durante su rehabilitación en la Estación de Rescate de Fauna Marina de Bahía Blanca. “Todos los años, migran desde el sur hacia Brasil y en ese trayecto, muchos, sobre todo los juveniles, se enferman y llegan en grave estado de salud o muertos a las playas” explicó Tatiana Recabarren Villalón, becaria doctoral del Conicet en el Instituto Argentino De Oceanografía (IADO).
En la autopsia, practicada por veterinarios especializados, aparecieron los primeros indicios preocupantes. Más del 62 por ciento de las partículas halladas en los cadáveres era de origen plástico, la mayoría, polipropileno y poliéster. También se encontraron fibras celulósicas semisintéticas, partículas metálicas y pigmentos utilizados en las industrias textiles y plásticas.
Mientras las micropartículas representaron el 91 por ciento de los desechos hallados en los estómagos de los pingüinos, casi la totalidad (97%) fueron fibras de origen antrópico, esto es, que provienen de la actividad humana. “Inferimos que los plásticos estaban en sus presas y no los ingirieron directamente”, explicó el investigador del IADO Andrés Arias, que participó del trabajo.
“Los pingüinos de Magallanes son predadores muy selectivos al momento de elegir su alimento” remarcó. “Elige y caza a sus presas, en especial peces, lo que nos hacía pensar que los niveles de plástico no iban a ser muy altos” admitió Recabarren Villalón.
Si bien no se pudo determinar la causa de la muerte de los ejemplares analizados, suponen que pudo haber sido por la ingesta indirecta del plástico. “Es una de las grandes presunciones de su fallecimiento” dijo Arias a Radio UNS.
Explicó que el residuo plástico “puede permanecer en el sistema digestivo, haciendo más lento el proceso o impidiendo la digestión. Esto puede desencadenar la inanición y llevarlos a la muerte” estimó. Sobre la base de esta investigación, ahora trabajan en la ruta migratoria de los ejemplares para profundizar sobre el origen de la contaminación.
“A partir del trabajo de campo es muy difícil determinar de qué materiales se trata”, aportó al respecto Lucas Rodríguez Pirani, investigador del Conicet en el Centro de Química Inorgánica “Pedro J. Aymonino” de La Plata de la Universidad Nacional de La Plata. “Pudimos discernir el material polimérico, algo muy importante que puede dar indicios tanto del origen como del foco de contaminación, como así también de las posibles consecuencias para la salud que traen aparejados los diferentes materiales plásticos”, destacó.
“Estamos viendo el punto de partida de esta historia para desandar ese camino”, agregó Arias, quien dijo que hasta el momento se presumía que estos pingüinos eran inmunes a ese tipo de contaminación.
“Sin embargo, lo que encontramos, es la primera evidencia que contradice esa creencia”, remarcó sobre la conclusión del informe que acaba de ser publicado por Marine Pollution Bulletin, una prestigiosa revista científica.
En la actualidad, se producen unas 400 millones de toneladas de plástico virgen por año, lo que presiona sobre los ecosistemas, en particulares, los marinos. El problema principal es que se trata de compuestos que tardan largos períodos de tiempo en degradarse.
“Son muchos compuestos, casi todos basados en el petróleo, pero el plástico no es el malo de la película, sino el modo en el que nos relacionamos con él y la producción de descontrolada de desechos”, resaltó Arias. En representación del Conicet, participa de encuentros a nivel de Cancillería para avanzar en políticas de regulación sobre el destino de los residuos.
“El pingüino de Magallanes es muy llamativo y carismático, lo que lo hace mucho más visible que otros organismos marinos. Esto puede ayudar a concientizar y sensibilizar sobre el problema, pero no alcanza” advirtió Arias. Añadió que desde el sector científico se viene aportando evidencia que avale regulaciones legales de carácter vinculante.
Unos 160 países, convocados por Naciones Unidas, buscan alcanzar un tratado que frene la línea de producción y consumo de plásticos, así como el fomento de su reutilización. “En los últimos dos años, se ha avanzado mucho a nivel internacional. Igualmente, es necesario también hacerlo con regulaciones a nivel local, regional y nacional”, enfatizó Arias.